Hoy celebramos la fiesta de Santa Luisa de Marillac, una mujer que en el diálogo íntimo con Jesús descubrió y vivió “ser toda para Dios”.
La vida de Luisa de Marillac es un ir creciendo en el amor a Jesucristo hasta llegar a decir: “he resuelto decididamente seguirle”.
Este seguimiento tuvo sentido desde el darse por completo a Jesucristo en el servicio a sus hermanos los más pobres.